Algunas notas sobre algo que no existe* - H.P. Lovecraft (Autobiografía)

Para mí, la principal dificultad al escribir una autobiografía es encontrar algo importante que contar. Mi existencia ha sido reservada, poco agitada y nada sobresaliente; y en el mejor de los casos sonaría tristemente monótona y aburrida sobre el papel.

Nací en Providence, R.I. -donde he vivido siempre, excepto por dos pequeñas interrupciones- el 20 de agosto de 1890; de vieja estirpe de Rhode Island por parte de mi madre, y de una línea paterna de Devonshire domiciliada en el estado de Nueva York desde 1827.

Los intereses que me llevaron a la literatura fantástica aparecieron muy temprano, pues hasta donde puedo recordar claramente me encantaban las ideas e historias extrañas, y los escenarios y objetos antiguos. Nada ha parecido fascinarme tanto como el pensamiento de alguna curiosa interrupción de las prosaicas leyes de la Naturaleza, o alguna intrusión monstruosa en nuestro mundo familiar por parte de cosas desconocidas de los ilimitados abismos exteriores.

Cuando tenía tres años o menos escuchaba ávidamente los típicos cuentos de hadas, y los cuentos de los hermanos Grimm están entre las primeras cosas que leí, a la edad de cuatro años. A los cinco me reclamaron Las mil y una noches, y pasé horas jugando a los árabes, llamándome «Abdul Alhazred», lo que algún amable anciano me había sugerido como típico nombre sarraceno. Fue muchos años más tarde, sin embargo, cuando pensé en darle a Abdul un puesto en el siglo VIII ¡y atribuirle el temido e inmencionable Necronomicon!

Pero para mí los libros y las leyendas no detentaron el monopolio de la fantasía. En las pintorescas calles y colinas de mi ciudad nativa, donde los tragaluces de las puertas coloniales, los pequeños ventanales y los graciosos campanarios georgianos todavía mantienen vivo el encanto del siglo XVIII, sentía una magia entonces y ahora difícil de explicar. Los atardeceres sobre los tejados extendidos por la ciudad, tal como se ven desde ciertos miradores de la gran colina, me conmovían con un patetismo especial. Antes de darme cuenta, el siglo XVIII me había capturado más completamente que al héroe de Berkeley Square; de manera que pasaba horas en el ático abismado en los grandes libros desterrados de la biblioteca de abajo y absorbiendo inconscientemente el estilo de Pope y del Dr. Johnson como un modo de expresión natural. Esta absorción era doblemente fuerte debido a mi frágil salud, que provocó que mi asistencia a la escuela fuera poco frecuente e irregular. Uno de sus efectos fue hacerme sentir sutilmente fuera de lugar en el período moderno, y pensar por lo tanto en el tiempo como algo místico y portentoso donde todo tipo de maravillas inesperadas podrían ser descubiertas.

También la naturaleza tocó intensamente mi sentido de lo fantástico. Mi hogar no estaba lejos de lo que por entonces era el límite del distrito residencial, de manera que estaba tan acostumbrado a los prados ondulantes, a las paredes de piedra, a los olmos gigantes, a las granjas abandonadas y a los espesos bosques de la Nueva Inglaterra rural como al antiguo escenario urbano. Este paisaje melancólico y primitivo me parecía que encerraba algún significado vasto pero desconocido, y ciertas hondonadas selváticas y oscuras cerca del río Seekonk adquirieron una aureola de irrealidad no sin mezcla de un vago horror. Aparecían en mis sueños, especialmente en aquellas pesadillas que contenían las entidades negras, aladas y gomosas que denominé «night-gaunts» [espectros nocturnos o «alimañas descarnadas»].

Cuando tenía seis años conocí la mitología griega y romana a través de varias publicaciones populares juveniles, y fui profundamente influido por ella. Dejé de ser un árabe y me transformé en romano, adquiriendo de paso una rara sensación de familiaridad y de identificación con la antigua Roma sólo menos poderosa que la sensación correspondiente hacia el siglo XVIII. En un sentido, las dos sensaciones trabajaron juntas; pues cuando busqué los clásicos originales de los cuales se tomaron los cuentos infantiles, los encontré en su mayoría en traducciones de finales del siglo XVII y del XVIII. El estímulo imaginativo fue inmenso, y durante una temporada creí realmente haber vislumbrado faunos y dríadas en ciertas arboledas venerables. Solía construir altares y ofrecer sacrificios a Pan, Diana, Apolo y Minerva.

En este período, las extrañas ilustraciones de Gustave Doré -que conocí en ediciones de Dante, Milton y La balada del antiguo marinero- me afectaron poderosamente. Por primera vez empecé a intentar escribir: la primera pieza que puedo recordar fue un cuento sobre una cueva horrible perpetrado a la edad de siete años y titulado «The Noble Eavesdropper» [El noble fisgón]. Este no ha sobrevivido, aunque todavía poseo dos hilarantes esfuerzos infantiles que datan del año siguiente: «The Mysterious Ship» [La nave misteriosa] y «The Secret of the Grave [El secreto de la tumba], cuyos títulos exhiben suficientemente la orientación de mi gusto.

A la edad de casi ocho años adquirí un fuerte interés por las ciencias, que surgió sin duda de las ilustraciones de aspecto misterioso de «Instrumentos filosóficos y científicos» al final del Webster's Unabrigded Dictionary. Primero vino la química, y pronto tuve un pequeño laboratorio muy atractivo en el sótano de mi casa. A continuación vino la geografía, con una extraña fascinación centrada en el continente antártico y otros reinos inexplorados de remotas maravillas. Finalmente amaneció en mí la astronomía; y el señuelo de otros mundos e inconcebibles abismos cósmicos eclipsó todos mis otros intereses durante un largo período hasta después de mi duodécimo cumpleaños. Publicaba un pequeño periódico hectografiado titulado The Rhode Island Journal of Astronomy, y finalmente -a los dieciséis- irrumpí en la publicación real en la prensa local con temas de astronomía, colaborando con artículos mensuales sobre fenómenos de actualidad para un periódico local, y alimentando la prensa rural semanal con misceláneas más expansivas.

Fue durante la secundaria -a la que pude asistir con cierta regularidad- cuando produje por primera vez historias fantásticas con algún grado de coherencia y seriedad. Eran en gran parte basura, y destruí la mayoría a los dieciocho, pero una o dos probablemente alcanzaron el nivel medio del «pulp». De todas ellas he conservado solamente «The Beast in the Cave» [La bestia de la cueva] (1905) y «The Alchemist» [El alquimista] (1908). En esta etapa la mayor parte de mis escritos, incesantes y voluminosos, eran científicos y clásicos, ocupando el material fantástico un lugar relativamente menor. La ciencia había eliminado mi creencia en lo sobrenatural, y la verdad por el momento me cautivaba más que los sueños. Soy todavía materialista mecanicista en filosofía. En cuanto a la lectura: mezclaba ciencia, historia, literatura general, literatura fantástica y basura juvenil con la más completa falta de convencionalismo.

Paralelamente a todos estos intereses en la lectura y la escritura, tuve una niñez muy agradable; los primeros años muy animados con juguetes y con diversiones al aire libre, y el estirón después de mi décimo cumpleaños dominado por persistentes pero forzosamente cortos paseos en bicicleta que me familiarizaron con todas las etapas pintorescas y excitadoras de la imaginación del paisaje rural y los pueblos de Nueva Inglaterra. No era de ningún modo un ermitaño: más de una banda de la muchachada local me contaba en sus filas.

Mi salud me impidió asistir a la universidad; pero los estudios informales en mi hogar, y la influencia de un tío médico notablemente erudito, me ayudaron a evitar algunos de los peores efectos de esta carencia. En los años en que debería haber sido universitario viré de la ciencia a la literatura, especializándome en los productos de aquel siglo XVIII del cual tan extrañamente me sentía parte. La escritura fantástica estaba entonces en suspenso, aunque leía todo lo espectral que podía encontrar -incluyendo los frecuentes sueltos extraños en revistas baratas tales como All-Story y The Black Cat-. Mis propios productos fueron mayoritariamente versos y ensayos: uniformemente despreciables y relegados ahora al olvido eterno.

En 1914 descubrí la United Amateur Press Association y me uní a ella, una de las organizaciones epistolares de alcance nacional de literatos noveles que publican trabajos por su cuenta y forman, colectivamente, un mundo en miniatura de crítica y aliento mutuos y provechosos. El beneficio recibido de esta afiliación apenas puede sobrestimarse, pues el contacto con los variados miembros y críticos me ayudó infinitamente a rebajar los peores arcaísmos y las pesadeces de mi estilo. Este mundo del «periodismo aficionado» está ahora mejor representado por la National Amateur Press Association, una sociedad que puedo recomendar fuerte y conscientemente a cualquier principiante en la creación. Fue en las filas del amateurismo organizado donde me aconsejaron por primera vez retomar la escritura fantástica; paso que di en julio de 1917 con la producción de «La tumba» y «Dagon» (ambos publicados después en Weird Tales) en rápida sucesión-. También por medio del amateurismo se establecieron los contactos que llevaron a la primera publicación profesional de mi ficción: en 1922, cuando Home Brew publicó un horroroso serial titulado «Herbert West - Reanimator». El mismo círculo, además, me llevó a tratar con Clark Ashton Smith, Frank Belknap Long, Wilfred B. Talman y otros después celebrados en el campo de las historias extraordinarias.

Hacia 1919 el descubrimiento de Lord Dunsany -de quien tomé la idea del panteón artificial y el fondo mítico representado por «Cthulhu», «Yog-Sothoth», «Yuggoth», etc.- dio un enorme impulso a mi escritura fantástica; y saqué material en mayor cantidad que nunca antes o después. En aquella época no me formaba ninguna idea o esperanza de publicar profesionalmente; pero el hallazgo de Weird Tales en 1923 abrió una válvula de escape de considerable regularidad. Mis historias del período de 1920 reflejan mucho de mis dos modelos principales, Poe y Dunsany, y están en general demasiado fuertemente inclinadas a la extravagancia y un colorismo excesivo como para ser de un valor literario muy serio.

Mientras tanto mi salud había mejorado radicalmente desde 1920, de manera que una existencia bastante estática comenzó a diversificarse con modestos viajes, dando a mis intereses de anticuario un ejercicio más libre. Mi principal placer fuera de la literatura pasó a ser la búsqueda evocadora del pasado de antiguas impresiones arquitectónicas y paisajísticas en las viejas ciudades coloniales y caminos apartados de las regiones más largamente habitadas de Norteamérica, y gradualmente me las he arreglado para cubrir un territorio considerable desde la glamorosa Québec en el norte hasta el tropical Key West en el sur y el colorido Natchez y Nueva Orleáns por el oeste. Entre mis ciudades favoritas, aparte de Providence, están Québec; Portsmouth, New Hampshire; Salem y Marblehead en Massachusetts; Newport en mi propio estado; Philadelphia; Annapolis; Richmond con su abundancia de recuerdos de Poe; la Charleston del siglo XVIII, St. Augustine del XVI y la soñolienta Natchez en su peñasco vertiginoso y con su interior subtropical magnífico. Las «Arkham» y «Kingsport» que salen en algunos de mis cuentos son versiones más o menos adaptadas de Salem y Marblehead. Mi Nueva Inglaterra nativa y su tradición antigua y persistente se han hundido profundamente en mi imaginación y aparecen frecuentemente en lo que escribo. Vivo actualmente en una casa de 130 años de antigüedad en la cresta de la antigua colina de Providence, con una vista arrobadora de ramas y tejados venerables desde la ventana encima de mi escritorio.

Ahora está claro para mí que cualquier mérito literario real que posea está confinado a los cuentos oníricos, de sombras extrañas, y «exterioridad» cósmica a pesar de un profundo interés en muchos otros aspectos de la vida y de la práctica profesional de la revisión general de prosa y verso. Por qué es así, no tengo la menor idea. No me hago ilusiones con respecto al precario estatus de mis cuentos, y no espero llegar a ser un competidor serio de mis autores fantásticos favoritos: Poe, Arthur Machen, Dunsany, Algernon Blackwood, Walter de la Mare, y Montague Rhodes James. La única cosa que puedo decir en favor de mi trabajo es su sinceridad. Rechazo seguir las convenciones mecánicas de la literatura popular o llenar mis cuentos con personajes y situaciones comunes, pero insisto en la reproducción de impresiones y sentimientos verdaderos de la mejor manera que pueda lograrlo. El resultado puede ser pobre, pero prefiero seguir aspirando a una expresión literaria seria antes que aceptar los estándares artificiales del romance barato.

He intentado mejorar y hacer más sutiles mis cuentos con el paso de los años, pero no logré el progreso deseado. Algunos de mis esfuerzos han sido mencionados en los anuarios de O'Brien y O. Henry, y unos pocos tuvieron el honor de ser reimpresos en antologías; pero todas las propuestas para publicar una colección han quedado en nada. Es posible que uno o dos cuentos cortos puedan salir como separatas dentro de poco. Nunca escribo si no puedo ser espontáneo: expresando un sentimiento ya existente y que exige cristalización. Algunos de mis cuentos involucran sueños reales que he experimentado. Mi ritmo y manera de escribir varían bastante en diferentes casos, pero siempre trabajo mejor de noche. De mis producciones, mis favoritos son «The Colour Out of Space» [El color que cayó del cielo] y «The Music of Erich Zann» [La música de Erich Zann], en el orden citado. Dudo si podría tener algún éxito en el tipo ordinario de ciencia ficción.

Creo que la escritura fantástica ofrece un campo de trabajo serio nada indigno de los mejores artistas literarios; aunque uno muy limitado, ya que refleja solamente una pequeña sección de los infinitamente complejos sentimientos humanos. La ficción espectral debe ser realista y centrarse en la atmósfera; confinar su salida de la Naturaleza al único canal sobrenatural elegido, y recordar que el escenario, el tono y los fenómenos son más importantes para comunicar lo que hay que comunicar que los personajes y la trama. La «gracia» de un cuento verdaderamente extraño es simplemente alguna violación o superación de una ley cósmica fija, una escapada imaginativa de la tediosa realidad; por lo tanto son los fenómenos más que las personas los «héroes» lógicos. Los horrores, creo, deben ser originales: el uso de mitos y leyendas comunes es una influencia debilitadora. La ficción publicada actualmente en las revistas, con su orientación incurable hacia los puntos de vista sentimentales convencionales, estilo enérgico y alegre, y artificiales tramas de «acción», no puntúan alto. El mejor cuento fantástico jamás escrito es probablemente «The Willows» [Los sauces] de Algernon Blackwood.

FIN

23 de noviembre de 1933.




* Escrito en 1933 para la revista Unusual Stories, donde nunca llegó a publicarse. Traducido por Eduardo Giordanino y Carles Bellver Torlà.

Fuente: CiudadSeva

Los cuentos de H.P. Lovecraft

Lovecraft es mi escritor favorito, sus cuentos, a pesar de ser cortos en su gran mayoría, logran hacerme sentir miedo, logran hacerme sudar, poner mis pelos de punta, y quedar con una extraña sensación al terminarlos. A pesar de esto, conosco muy poca gente que sea lectora de este personaje, pero aquellos que lo han leido, al menos quienes yo conosco que lo han leido, comentan haber sentido esa magia que envuelve a sus textos, ese misterio, y ese miedo que logra infundir en el lector.

Su estratégia narrativa se basa principalmente en no dar gran importancia a los aspectos físicos de uno u otro ente sobrenatural que describe, mas bien realiza una descripción detallada de lo que esa entidad hace sentir, de esta manera logra hacer que el lector sienta, lo que hace sentir el ente, o que el lector logre alcanzar una extraña y a la vez gran empatía con algún determinado personaje, llegando a sentir el miedo expresado en aquél.

Comúnmente sule utilizar palabras como inimaginable, o fuera de lo concebible por el hombre, o dimensiones que no pertenecen a este mundo, con lo que logra que imaginemos lo peor y sepamos que es peor aun, que es mas horrible, que es mas tenebroso. Suele incluir tambien explicaciones de que porque no debe describir algo, o porque el lector no debe saberlo con detalles, dado que alude a que cualquiera que lo supiera terminaría en la locura, en la absoluta demencia.

Es ademas creador de una serie de mitos, incluso de un libro de "Brujeria" por decirlo de alguna manera, el conocido necronomicón en el que entrega detalles de siertos demonios, y de como invocarlos, siertamente todos inventados por nuestro querido Lovecraft, para crear un mundo ficticio en el que se basan gran parte de sus cuentos.

Es asi como nace "La llamada de Cthulu" uno de sus cuentos mas populares, y parte de una serie de cuentos que en conjunto forman lo que él a denominado "El ciclo de Cthulhu".

Cthulhu es un demonio que duerme bajo el mar esperando el momento propiceo para despertar y volver a reinar, pero bueno, Cthulhu no es el tema de este post, sino su creador, así que la historía de Cthulhu queda para otro día.

Con esto espero dar una breve introducción a lo que es la literatura Lovcraftiana, y a la magia que a esta envuelve, mas adelante publicaré la biografía de este genio del terror, junto con algunos comentarios sobre obras específicas.

Espero que se interesen por leer un poco sobre él, espero que dediquen unos minutos de su vida a conocer parte de su obra y espero que sientan el miedo existente en la atmosfera de sus libros.



Au revoir, Zorr0.

Ron, idiomas y resaca.

Anoche, la primera fiesta en nuestra nueva casa, bastante rescatable, Naty (la chica inglesa) había hecho una que otra predicción para la fiesta, algunas se cumplieron y otras no.

Predicciones de Naty:

-No va a llegar mas gente que un reducido grupo de amigos, hombres, con los que su novio, Alexis, estará, de modo que ella se verá obligada a beber en un rincón de la casa, hasta estar borracha.

-Dada la poca organización de la fiesta, no habrá suficiente alcohol.

-En resumen, la fiesta no será buena.


Llegada la noche, tal como lo predijo Naty la gente no comienza a llegar antes de las 12 de la noche, aunque la invitación sea para las 10 (olvidé poner eso en la lista de predicciones pero no pienso volver atras), por lo que cerca de la media noche comenzaron a llegar uno que otro chico, ella comenzaba a ver que todo lo que había predicho se cumplía, estaba Alexis conversando con ellos, en frances, y ella sentada en un rincón del patio tomando un vaso de ron, yo en otro rincón tambien tomando un vaso de ron, y intentando entender lo que hablaban los chicos, lo que como siempre lograba, pero no en su totalidad, como es de esperarse para alguien que aprende el frances desde hace solo un poco de tiempo, y que ademas lo aprende porque en su casa lo hablan, y no porque tome algún curso, valla a alguna escuela, ni nada, pero bueno, lograba entender algunas partes, y por contexto deducia la otra parte. Luego de un rato, no se en que momento comenzo a llegar mas gente y bueno, las predicciones de Naty se alejaban un poco mas de la realidad, en eso una amiga se sintió mal, asi que quería recostarse un rato, por lo que la acompañe y me quedé un momento con ella, cuando salgo de la haitación hay mas gente aún, y es mas, hay gente que no conosco, que no se como se han enterado de la fiesta, pero me calleron bien, entre ellos 2 estadounidenses y 3 franceses (un chico y dos chicas), así que comensé a hablar con uno de los estadounidenses y muy buena onda todo, pero como deben imaginar debía hablar en ingles, lo cuál desde que aprendo el frances me es muy dificil, sin notarlo digo cosas en frances mientras quiero desirlas e ingles, pero luego de un rato como que se activa un micro chip en mi cabeza y comienzo a recordar como hablar ingles, lo cual fué bueno, despues de eso, conversando un poco con Naty, en ingles, quedamos en a ella le gusta hablar en ingles, pero que nadie en la casa le habla en ingles así que ella sige a la manada, y dado que a mi me ayudará bastante que me hablara en ingles a diario, quedamos en que hablariamos mas en ingles en casa.

Volviendo a la fiesta, ya eran como las 4:30 de la mañana, Remy (el otro chico frances con el que vivo) se había ido a un boliche (para mis compatriotas que desconocen la palabra, boliche es el nombre con que en argentina se designan las discos) mucha gente comenzaba a irse, yo conversaba con Naty en un rincon de la casa, tomando ron, así que como ella predijo se emborrachó en un rincón, solo que yo tambien lo hice con ella, Alexis estaba acostado, y a nuestro imbesil querido amigo Gonzalo se le ocurrió la idiota brillante idea de que fueramos a "Por Acá" un bar de la calle Aristides que es bastante bueno, tiene buena música y buen ambiente en general, todos le dijimos que estaba cerrado ya, que era muy tarde, pero logró converncernos de que fueramos igual y nosotros, los imbesiles, seguimos al imbesil mayor, lo seguimos a pesar de saber que estaba cerrado, llegamos al bar, luego de haber caminado bastante, y si, pueden adivinarlo, estaba cerrado, asi que no se de donde apareció una cerveza que bebimos mientras todos se despedian para partir a sus casas, con Naty tomamos un taxi y nos volvimos, llego a casa tomo el PC y me siento en el sillón para escribir esta humilde entrada, pero antes que de que el PC logre encenderse yo ya estaba durmiendo sobre el sillón, hasta que en un momento abro los ojos, al laptop se le había acabado la bateria hace ya varias horas, y veo a Remy tomando un vaso de coca-cola, así que me levanto y voy a acostarme a mi cama, mientras él solo pronuncia una moderada risa. Dormí y al despertar descubro lo que ya sabía pero que me negaba a creer antes de tiempo, si, eso mismo, gracias a la fiesta, fuí el afortunado ganardor de una resaca, no muy grande, no muy maligna, pero bueno, no existen resacas buenas, asi que la incomodidad me acompaña hasta este momento.

En resumen la fiesta salió buena, y las únicas predicciones correctas de Naty son que se iba a emborrachar en un rincon, solo que no sola como ella predijo, sino conmigo y una que otra persona mas que se unió a nosotros en alguna interesante conversación que ahora no recuerdo; y que la gente llegaría tarde, el resto de sus predicciones no se cumplió, dado que la fiesta estubo muy buena, hubo suficiente alcohol, llegó bastante gente, y en general la pasamos, como me agrada desir, ROX.


Au revoir, Zorr0.



P.S. Los invito a leer detalladamente las Predicciones de Naty, y su resumen de la fiesta, como imaginarán no están en nuestra lengua madre, sino en la de ella, pero hagan un esfuerzo porque vale la pena.

Fiesta Nacional de la Vendimia 2009


Solo un pequeño recuento para contar que onda esta fiestecita este año.

El viernes 6 de marzo fué la via blanca, consiste en que pasan por la calle muchos carros alegóricos con las reinas de cada departamento en ellos, haciendolo publicidad para que la gente las conosca y todo eso, dado que el sabado siguiente se elige la reina nacional de la vendimia, bueno, la vía blanca estubo bastante buena, ademas ahora vivo en calle Chile, la última calle del recorrido de las reinas, así que nisiquiera debia caminar para ver todo, solo salir de casa verlo y entrarme, vastante entrete, ademas muy ricas las reinas, jaja, Incluso logre tomar una manzana, una ciruela, muchas uvas y un calendario (para los que no saben, en los carros va la reina de cada departamento y un monton de chicas mas, todas muy ricas por sierto, y van arrojando a la gente que esta junto a la calle frutas y cosas como calendarios o solo papeles con publicidad, y es un caos, todos saltan y empujan por alcanzar lo que lanzan, e incluso si tienen suerte pueden alcanzar un vino, el año pasado tube suerte, este no :( ). El problema es al otro dia, porque el viernes me dormí muy tarde, dado que al otro día en la mañana se iba mi vieja que me había venido a visitar, y quería pasar un poco mas de tiempo con ella, la idea es que me levanto temprano par ir a dejarla al terminal de buses, y luego regreso para dormir un poco en casa, con mucho sueño, y que creen, era la segunda vuelta de los carros alegoricos en la mañana, asi que llegando a mi casa me encuentro con la multitud saltando y gritando, y los carros con la musica a todo lo que da, no dormí para nada bien.

A la noche del sabado era el cumple de Nacho (un amigo) así que no asistí a la elección de la reina nacional, pero quedé de ir el domingo a la repitición.

Día domingo, el día de la repatición de la elección de la reina nacional, me llama Cecile para decirme que si iremos o no, mmm, luego de conversarlo dos segundos con los chicos, queda decidido que iremos Yo y Remy (Sí, yo y Remy, soy un poco egocentrista, asi que me nombro primero a propósito), así que ella pasará por nuestra casa para que nos vallamos juntos, mientras contacto con mas personas que irán tambien, para que pasen por mi casa tambien, pero quedamos en que solo vamos con Cecile, y nos encontramos con el resto allá. Salimos a tomar el colectivo a las 21 30 mas o menos, dado que el show empesaba a las 22 00, pero no, el show era a las 21 00, así que ya no había colectivo, debimos tomar un taxi ESPECIAL, que lo único especial que tiene es el enorme precio (AR$28, CH$6.000 aprox) y llegamos, alcansamos a ver unos minutos de show, luego los fuegos artificiales, y se acaba, y nosotros con cara de Kuek!!! no pudimos ver casi nada, y habiamos pagado bastante caro el taxi, asi que nos fuimos a tomar el colectivo de regreso, salimos casi de los primeros para no tener que hacer una fila tan larga para tomar un colectivo, y mientras con remy comprabamos un par de choripanes, Cecile hiso la fila, que ya era un poco extensa, asi que esperamos pacientemente nuestro turno para subir, mientras en la fila nos asegurabamos de tener monedas para para pagar, llega nuestro turno de subir y de pagar, obviamente, y notamos en ese momento que el psaje no costana $1,40 sino $3,10 nuevamente Kuek!!! debemos bajar cargar una redbus (es como la BIP de stgo) y volver a hacer la cola que ahora era inmensa, realmente inmensa, pero nuestra suerte repentinamente cambió cuando vimos que estaba Charlotte en la fila, muy adelante, así que nos calamos conversando con ella y sus padres que han venido a verla desde francia, no hablan español, así que fué una buena oportunidad para practicar mi frances, el cuál aún es un tanto deficiente, pero me permite entablar conversaciones basicas, y comprender gran parte de lo que me hablan.

Ya estamos a Lunes 9, y ya no hay vendimia, ya no hay carros alegóricos fuera de mi casa, ni multitudes de gente gritando, ya no hay prubas de sonido de los equipos de sonido justo fuera de mi casa a las 8 de la mañana (pruebas inutiles dado que a la noche igual sonaban mal), y bueno, hoy si pude dormir bien.



Au revoir, Zorr0.